Una mutación genética es un cambio permanente en la secuencia de ADN que conforma un gen. Las mutaciones van de tamaños tan disímiles como un solo bloque de ADN hasta un gran segmento de un cromosoma.
Las mutaciones cromosómicas ocurren de dos maneras: pueden ser heredadas de un padre o adquiridas durante el desarrollo de la vida. Las mutaciones que son pasadas de padre a hijo son llamadas mutaciones hereditarias o mutaciones de la línea germinal (este nombre es porque están presentes en los espermatozoides y óvulos). Este tipo de mutación se encuentra presente a través de toda la vida de una persona, en todas las células de su cuerpo.
Las mutaciones adquiridas ocurren en el ADN de las células individuales en algún punto de la vida de una persona. Estos cambios pueden ser causados por factores ambientales, como la radiación ultravioleta del sol, o pueden ocurrir si ocurre un error en la copia del ADN durante la división celular. La mutación adquirida en células somáticas no pueden ser transmitidas a la próxima generación.
También pueden ocurrir diferentes mutaciones en una célula simple dentro de un embrión. Mientras las células se van dividiendo durante el crecimiento y el desarrollo, el individuo tendrá algunas células con la mutación y algunas sin este cambio genético. Esta condición es llamada "mosaicismo".